Palestina

El dinero hace que los laboristas salgan del Gobierno ultraderechista israelí

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La alianza entre los ultraderechistas israelíes y los laboristas que llevan dos años reprimiendo el nuevo levantamiento palestino saltó hecha pedazos la tarde del miércoles por diferencias sobre el destino de los nuevos presupuesto del Estado. Ahora, el primer ministro ultraderechista, Ariel Sharon, negocia con otros partidos de extrema derecha para recomponer un ejecutivo con el que seguir su política genocida contra el pueblo palestino. El lunes se enfrenta a una moción de censura, y en caso de no superarla deberá convocar elecciones anticipadas. De llegar a un acuerdo con los partidos de la extrema derecha, el 74 % de los ministros del Gobierno judío serán de la extrema derecha nacionalista y la extrema derecha religiosa que actualmente forma parte del Gobierno.

El partido ultraderechista Likud de Sharon había incluido esta partida de 165 millones de euros en los presupuestos del próximo año para financiar a los asentamientos judíos en territorios palestinos, pero los laboristas encabezado por el ministro de Defensa Benjamín Eliezer, que dirige la represión contra la Intifada palestina,  se han negado a aprobar la medida y han abandonado el Ejecutivo.

55 apoyos de ultraderecha sionista y extrema derecha religiosa en un Parlamento de 120 asientos

Han dimitido los seis ministros laboristas, entre los que destacan los de Defensa (Benjamín Ben Eliezer), Exteriores (Simón Peres), y Cultura (Matan Vilnai). Pero lo más significativo de esta ruptura es que Sharon queda en minoría parlamentaria sin el apoyo de los 24 diputados laboristas, puesto que el Likud sólo cuenta con 19 de los 120 escaños del Parlamento israelí, y al primer ministro, sin los laboristas, sólo le queda el apoyo de 55 diputados de ultraderecha nacionalista y la extrema derecha religiosa que plantea públicamente la expulsión de los palestinos de su tierra.

Los presupuestos, con la medida de la discordia, fueron sin embargo aprobados con 67 votos a favor y 46 en contra. Pero Sharon se encuentra ahora en la cuerda floja, apoyado tan sólo por una inestable argamasa formada por el Likud y cinco formaciones nacionalistas y religiosas de carácter radical.

Alianza con la extrema derecha

Sharon se apresura a buscar sustitutos para las carteras vacantes que le garanticen mantener el Gabinete y la política de represión contra los palestinos. El primer ministro podría ofrecer la cartera de Defensa al ex jefe del Estado Mayor y responsable de la mascare de Jenin Saul Mofaz. Los analistas consideran que el general Mofaz debería unirse a las filas del Likud, el principal partido de ultraderecha israelí que dirige Sharon, del que proyectaría llegar a convertirse un día en su jefe.

Durante dos años de represión contra el pueblo palestino ningún partido sionista intentó retener la política genocida del Gobierno israelí e, incluso, los laborista presentados en Europa como un partido de paz, participaban en la represión contra los palestinos ocupando el cargo de Defensa. Los expertos pronostican que los comicios se celebrarán en febrero o marzo del año que viene, es decir, siete meses antes del final de la actual legislatura.

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Editor Ahmed Hijazi
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