Reportaje

EL
asesinato de la inocencia.
La infancia palestina haciendo frente a la
opresión.

La ocupación israelí esta reprimiendo a
a la sociedad palestina sin hacer excepción. En este contexto, los más
perjudicados, los de siempre, son los niños palestinos.
No es posible esconderle a la niñez
palestina, la crueldad de la opresión y la injusticia de la que su pueblo es víctima.
A pesar de que sus padres se empeñen en criarlos en un ambiente normal, esto no
es posible. La influencia israelí se manifiesta en todos los aspectos de su
vida.
"Los palestinos no tienen niñez"
asegura la madre de Faris Odeh. "¿Cómo puedes enseñar a tus hijos la
bondad humana cuando lo único que ven son los peores ejemplos de la naturaleza
humana?"
Los trabajadores palestinos necesitan
trabajar para mantener a sus familias. Esos trabajadores tienen hijos. La armada
terrorista israelí está siempre merodeando las colonias y vecindarios
palestinos. En ocasiones las estaciones del ejército se ubican justo al frente
de escuelas y parques. Esta misma máquina terrorista cierra los colegios
palestinos.

A pesar de que resulte difícil
imaginarse a un niño de nueve años con tenaces ideas políticas, esto no es así
en Palestina. A los nueve años los niños comienzan a simpatizar con grupos de
la resistencia palestina. Los niños en Palestina sueñan con convertirse algún
día en adultos. Están listos para hacer cualquier cosa que demuestre su
madurez.
Los jóvenes manifestantes se
enfrentan diariamente a al Ejército de ocupación israelí. Imitan a sus
hermanos mayores lanzando piedras a los soldados israelíes estacionados en sus
ciudades y frente a sus escuelas. Ante esto, los soldados no hacen distinción
alguna: las estadísticas muestran un elevado número de víctimas palestinas
infantiles durante la Intifada.

"No tengo miedo" contesta Rami
Al-Kalha. "Claro que me da miedo encarar a los israelíes. Pero me siento
muy bien cuando los hago enojar." Continúa mientras señala uno de los
puestos del Ejército."Son cobardes. Se esconden detrás de las paredes y
de sus metralletas. Nosotros sólo tenemos piedras. Pero si quieren te matan. De
cualquier manera, sin motivo, ellos mataron a Mohammed Al-Dura, sin que éste
hiciera nada contra ellos. Yo prefiero morir lanzando piedras que me maten
estando dentro de mi casa".

Los psicólogos palestinos enfrentan una
difícil tarea. En entrevista con la televisión francesa, uno de ellos expresó
su incapacidad de tratar a los niños, de ayudarlos a creer en la bondad de los
seres humanos. El entrevistado y sus colegas van de escuela en escuela tratando
de ayudarlos. "El problema es que ellos sienten que no tienen ningún
problema".
Faris Odeh era un niño de 13 años. Se
volvió famoso a nivel mundial cuando enfrentó a un tanque del Ejército israelí
en Gaza. "Estoy orgullosa de él" aseguró su madre. "He
intentado decirle que es muy chico aún para comenzar a lanzar piedras, pero él
no escucha. No puedo vigilarlo todo el tiempo." Han surgido noticias sobre
Ferris. El niño fue asesinado en un incidente el 8 de noviembre del 2000.

"¿Cuándo dejaré de lanzar
piedras?" Rami contesta:" Cuando Palestina sea libre. Entonces dejaré
de lanzar piedras."
Los niños palestinos viven en la
pobreza. Carecen de los juegos y los juguetes que otros niños tienen
garantizados. Observan como sus padres sufren los abusos y la humillación
impuesta por Israel. Es natural para cualquier ser humano levantarse y demandar
condiciones de vida distintas si se vive en esa situación. El Gobierno israelí
es el culpable de provocar la desesperación y el odio de los niños palestinos.
