______________________________
El uso israelí de la tortura debe
ser
expuesto
Mustafá Barghouthi
*
Traducción: Carlos Sanchis
Mundoarabe.org,
1 de junio de 2004
Las fotografías de soldados americanos torturando a prisioneros en la cárcel
de Abu Gharib en Irak han conmocionado al mundo. Sin embargo, a los palestinos
estas fotografías de figuras encapuchadas o desnudas no les han causado ninguna
sorpresa. Para decenas de miles de palestinos que han pasado tiempo en las
prisiones israelíes, las fotografías sólo les han traído los recuerdos de su propia tortura.
En muchos casos, el tratamiento de los iraquíes en Abu Gharib conlleva
similitudes llamativas con los métodos israelíes de tortura. Están circulando
ahora en la prensa del mundo imputaciones de que los funcionarios de seguridad
israelíes realmente han ayudado entrenando a contratistas de seguridad
americanos privados que han sido enviados a
Irak.
Sin tener en cuenta si hay alguna verdad en estas acusaciones, el mundo debe
conocer que la tortura es común en Israel. No es suficiente con condenar las
acciones de estos soldados norteamericanos mientras se ignoran los abusos sistemáticos
de los derechos humanos impuestos al pueblo palestino.
Como en los Estados Unidos, Israel reclama normas de los más elevados estándares
de moral, aún estando
claro que hay elementos dentro de las fuerzas armadas israelíes y de
hecho también en el gobierno, para
quien la tortura es un arma
necesaria y aceptable. La negativa de las dos naciones a ' aceptar los términos
del Tribunal Penal Internacional puede reforzar sólo la sospecha mundial de que
estos dos países desean legitimar la tortura de prisioneros sin siquiera tener
en consideración a aquellos sobre
quienes abusan.
Un Alto Tribunal Israelí en una sentencia del
6 de septiembre de 1999 prohibió varias técnicas de tortura. Sin
embargo, estos métodos no fueron proscritos completamente. Por el contrario el
fallo del tribunal que todavía está en vigor le permite al Knesset promulgar
leyes que les da autoridad a los funcionarios del servicio de inteligencia para
el uso de tales métodos.
El
Tribunal juzgó que las dificultades en seguridad a las que se enfrenta
Israel son suficientemente graves
para merecer conceder el poder a los servicios de inteligencia para
torturar.
Esta excusa de la “bomba de
relojería” ahora da a la seguridad israelí carta
blanca para abusar de
cualquier prisionero a su cuidado, incluso de los niños. Grupos de Derechos
Humanos mantienen que el uso de la tortura en las prisiones israelíes ha
aumentado y se ha vuelto más sistemática desde marzo del 2002. Las violaciones
de la Convención Contra la Tortura son ahora comunes tal como el dominio
militar en los Territorios Ocupados se ha ido estrechando.
El ejército israelí, y también la policía,
reciben el apoyo incondicional del sistema legal del país
perpetuando la cultura de la impunidad en las prisiones israelíes. El
Comité Público Contra la Tortura en Israel [PCATI] ha encontrado que el Fiscal
General israelí ha aprobado cada caso de tortura como una medida de seguridad
necesaria. El Tribunal Supremo ha rechazado cada una de
las 124 peticiones remitidas por el
PCATI, por los prisioneros a los que
se les niega el acceso a asistencia
legal.
Las miles de declaraciones ofrecidas por
anteriores prisioneros palestinos
llevan al testimonio del condimento con el que sus torturadores israelíes
llevaron a cabo su tarea. Así como en Irak, cualquier humillación o
abuso es permisible si va bajo el estandarte espurio
de la seguridad. El desprecio casual por la dignidad humana y la ley
internacional dentro del ejército y de la policía israelíes es tan impresionante como despreciable.
A pesar de todas las evidencias de lo contrario, incluso la muerte o mutilación
de numerosos prisioneros palestinos, Israel continúa negando que la tortura es
empleada en sus prisiones. Más de 7.000 prisioneros palestinos permanecen
actualmente en cáceles israelíes, muchos de ellos detenidos
sin cargos, acusaciones o proceso. La mayoría habrá sufrido algún
grado de tortura antes de su liberación. Conmociona reconocer que
alrededor de 650.000 palestinos han pasado tiempo bajo custodia israelí
desde 1967, la mayoría de ellos varones
adultos. Esto significa que casi uno de cada dos varones adultos
palestinos ha sido encarcelado.
La tortura en la prisión de Abu Gharib, ha sacudido a la administración Bush
hasta su mismo corazón. La evidencia fotográfica es todo lo que está faltando
para la exposición final y la
condena del tratamiento bárbaro de Israel a sus prisioneros palestinos. Ésta
es la única diferencia entre los dos casos, ya que
el peso probatorio contra Israel, de los testimonios de prisioneros
anteriores e investigaciones de las organizaciones por los Derechos Humanos, es
abrumador.
No es suficiente con condenar las
acciones de soldados americanos en las cárceles iraquíes mientras
que miles de palestinos continúan sufriendo. El empleo que Israel hace
de la tortura también debe
exponerse.
* Dr. Mustafá Barghouthi, Secretario General la Iniciativa Nacional
Palestina y presidente de la Unión de Comités Palestinos de Ayuda Médica (UPMRC).En
la 9ª Edición del Festival de Elche ( Alicante) se le ha concedido la
Presidencia de Honor.
____________________________________________