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¿Quién
salvará a Abu Mazen? Uri AvneryTraducción: Carlos Sanchis Mundoarabe Abu-Mazen
caerá antes de finales de Octubre. Esta convicción está ganando
fundamento en los círculos dirigentes palestinos.
Este pronóstico está basado en la creencia de que Abu-Mazen no obtendrá
nada, ni de los norteamericanos ni de Sharon. Ni la liberación de la mayoría
de los prisioneros políticos palestinos, ni la completa retirada de los
controles militares del interior de los territorios palestinos, ni la detención
de la construcción del Muro del Apartheid, ni la retirada total del ejército
de las ciudades palestinas, ni el levantamiento del asedio a al presidente
Arafat, ni el congelamiento de los asentamientos, ni los desmantelamientos de
puestos avanzados que fueron
levantados en los últimos dos años y medio (como estipulaba la Hoja de Ruta).
Si quisieran “ayudar a Abu-Mazen”, por citar la frase formulada en la
actualidad en Washington, habrían cumplimentado al menos alguna de estas
demandas. La muy publicitada liberación de un puñado de prisioneros, la mayoría
de los cuales debían de ser liberados de todas maneras, solamente a subrayado
la ausencia de buena voluntad y ha incrementado el enojo.
Abu-Mazen llegó a Primer Ministro porque los norteamericanos así lo
exigieron. Los palestinos esperaban que los norteamericanos le darían las cosas
que no estaban dispuestos a conceder a Yasser Arafat. Esto iba a significar que
los EE.UU. iban a ejercer una presión real sobre Sharon para obligarle a librar
estos asuntos. Esto no ha sucedido. Las terribles condiciones de vida en los
territorios palestinos ocupados no han mejorado. En algunos sitios incluso han
empeorado. Abu-Mazen
no goza de un amplio apoyo popular. Formalmente, representa al partido
gobernante, Fatah, pero incluso allí su permanencia es problemática. El
partido está entregado a Yasser Arafat, y la existencia política
de Abu-Mazen depende del apoyo de Arafat.
En una reciente encuesta palestina de popularidad, Abu-Mazen recibía el
2% de los votos. Arafat arriba de la lista, por supuesto. Después de él
iba Mustafá Barghouti, quién ha organizado una gran red de ayuda para la
población necesitada. El tercer lugar era para Marwan Barghouti, el líder de
los cuadros de Fatah, quien es mantenido bajo proceso en
Israel. Abu-Mazen estaba cerca del final.
Sharon podrá haber salvado a Abu-Mazen si hubiera querido. Pero aquí,
también, es aconsejable ignorar lo que Sharon dice y prestar atención a lo que
hace: Minar a Abu Mazen. Está
preocupado por el respeto otorgado a Abu-Mazen por la Casa Blanca y por el
Congreso, temeroso de que la ayuda americana a Israel pudiera reducirse de un
100% a un mero 95%.
La caída de Abu-Mazen en
una votación del Consejo Legislativo Palestino (Congreso) será muy conveniente
para Sharon. Él cree que ello mataría la Hoja de Ruta, y con ella las demandas
de detener la construcción del Muro del Apartheid, desmantelar los
asentamientos avanzados y congelar los demás.
En este asunto, también, Sharon goza del apoyo de los jefes del ejército,
que se oponen a la Hudna (tregua) y que están anhelando la reanudación de la
violencia. Como siempre, los jefes del ejército creen que la victoria está a
la vuelta de la esquina y que la resistencia palestina está al borde del
colapso. Todo lo que se necesita es un último y decisivo impulso. . ¿
Se harán realidad las esperanzas de Sharon
Cía. respecto a los Estados Unidos? Eso
depende de quién suceda a Abu-Mazen.
El candidato de Arafat es el millonario palestino de Nablus, Munib al-Masri,
el vástago de una familia de buena fama, un hombre con intereses y negocios
desplegados por los países árabes y por el resto del mundo. Es un hombre de
probada capacidad, popular entre los palestinos.
Otro muy probable candidato es el nuevo Ministro de
Finanzas, Salaam Fayad. Él, también, ha asentado su aptitud. En poco
tiempo a puesto en orden las finanzas de la Autoridad Palestina, eliminado gran
cantidad de corrupción, organizado el pago regular de salarios (remplazando al
hombre llevando un maletín lleno de dinero por la transferencia directa a las
cuentas de los empleados). Es muy respetado por el público palestino.
Ambos candidatos son aceptables para los norteamericanos. La elección de
uno de ellos como próximo Primer Ministro aseguraría que las relaciones entre
Washington y Ramallah continuarían mejorando.
Si Abu-Mazen cae, su jefe de seguridad, Muhammad Dahlan, debe caer con él.
Él tiene su trabajo porque los norteamericanos (y la gente de
Sharon, por supuesto) lo exigieron. Esto ha dañado su buena reputación
desde el principio. Es un hombre de Fatah, pero no un miembro del “ Consejo
Revolucionario ”, el más alto organismo del liderazgo de Fatah.
La sospecha de que se ve a sí mismo como sucesor de Arafat, tampoco le
ha hecho más popular.
El eterno rival de Dahlan,
Jibril Rajoub, en otros tiempos el poderoso jefe de seguridad de Cisjordania,
recientemente se ha reconciliado Arafat, después del famoso incidente en el que el líder tapó sus oídos. Su
prestigio fue dañado durante la reocupación de Ramallah por el ejército
israelí (“Operación Escudo
Defensivo”), cuando el cuartel general de Rajoub fue ocupado y varios
prisioneros de Hamas prendidos, a
pesar de una promesa explícita de los norteamericanos de que el complejo quedaría
inmune a los ataques. Ultimamente se ha recuperado de una peligrosa operación y
ha asegurado a Arafat su total apoyo, pero ha declinado aceptar una colocación
oficial. Al igual que Abu-Mazen y muchos otros, Rajoub se opone a la intifada armada y aboga por la idea de una resistencia popular no violenta. Apoya sus esperanzas, en la izquierda israelí y cree que el cese de la violencia y la cooperación con el campo pacifista israelí, redundará en un cambio transcendental. Los adeptos a la resistencia armada alegan, por el contrario, que la fuerza es el único lenguaje que Israel entiende, y que sin la violencia nada en absoluto puede ser alcanzado. La población palestina en general oscila entre estos dos puntos de vista estratégicos.
En este momento, solo los norteamericanos pueden salvar a Abu-Mazen. En
el éxito cinematográfico, “Salvar al soldado
Ryan”, una unidad del ejército fue mandada a rescatar a un soldado
perdido tras las líneas enemigas. Ahora la misión de los norteamericanos es
salvar a Abu-Mazen de las fauces de Sharon.
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Editor Ahmed
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